Una crÃtica a la banalización de la lectura y la estandarización del gusto literario. En la era de los likes y los best sellers enlatados, leer en silencio y con hondura se vuelve un acto subversivo. Este texto denuncia la lectura como espectáculo y reivindica el valor de lo Ãntimo, lo difÃcil y lo verdaderamente literario.